A QUIEN DIOS MIRA

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2025-09-08 03:00:00

El que sacrifica buey es como si matara a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollara a un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciera sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijera a un ídolo. Pues porque escogieron sus propios caminos y su alma amó sus abominaciones.


Isaías 66.3

La Palabra declara: «Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles.» (Colosenses 1.16). Por lo tanto, nada podría existir sin la intervención de Dios. Con el poder innato del Señor, todo llegó a existir y seguirá existiendo hasta que Él determine el fin. Esto ocurrirá con la segunda venida de Jesús a la Tierra; entonces, el mundo material será destruido por el poder de Dios, quien arrojará el mal al lago de fuego y azufre (2 Pedro 3.10).

¡Imagine la capacidad del Padre y del Hijo! Dios hablaba, y el Hijo creaba lo que se decía. Entonces, la creación pasó por el tamiz del Padre y fue considerada perfecta. Jesús, el Verbo de Dios, cumplió las órdenes del Padre: «Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho» (S. Juan 1.3). ¡No hubo una sola reprobación en la obra divina!

Sepa que Dios no se opone a la construcción de buenos templos, siempre y cuando sirva para reunir a los salvos, cuyo placer es conocerlo y servirlo. Ahora bien, el plan para construir una casa de oración, destinada a cumplir Su voluntad, debe provenir del Señor. El proyecto del templo debe diseñarse con lo necesario para bendecir a todos. Antes de tomar cualquier decisión, hable con el Señor de la mies.

Isaías compara el acto de matar un buey con el acto de matar a un hombre; el de sacrificar una oveja con el de degollar a un perro; el de dar una ofrenda a Dios con el de ofrecer sangre de cerdo. ¿Por qué mencionó el Señor esto, si la Biblia misma registra que Sus siervos actuaron de esta manera? En aquel tiempo, era común usar la sangre de animales para cubrir pecados.

La Biblia declara que nuestro rescate no se hizo con bienes corruptibles, como plata y oro: «Pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.» (1 Pedro 1.18-19). Dios permitió el sacrificio de sangre de animales hasta la llegada de Su Cordero Pascual.

Muchas personas sin el conocimiento de la Verdad adoptan actitudes que repugna a Dios. Sin embargo, si aprenden de las Escrituras a actuar de una manera que agrade al Señor, verán que sus acciones pasadas ya no les sirven hoy. De igual manera, los sacrificios hechos antes de la vida de Cristo, que solo cubrieron los pecados, no sirven hoy, porque la salvación se logró en la cruz por Su sangre.

Quemar incienso a un ídolo y bendecirlo son prácticas condenadas por Dios. Quienes hacen esto se deleitan en estas abominaciones y eligen su propio camino. Su alma es una tumba abierta, que se satisface con el pecado. Sin embargo, ¡Dios tiene lo mejor para nosotros!

 

En Cristo, con amor,

 

     R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Señor de la sangre de Cristo! La muerte de Tu Hijo no fue en vano. En ese acto, pagó el precio de nuestra salvación. Por lo tanto, aunque todo cambie y la vida aquí parezca la peor que hayamos enfrentado, no nos desesperaremos. ¡La sangre de Jesús selló nuestra redención!

La forma en que algunos adoran es vana. Creen que pueden satisfacer los deseos de los engañados por el diablo. ¡Pobres vidas! Cuando Jesús regrese, caerán en lo más profundo del abismo. En Cristo, somos más que vencedores, por lo tanto, ¡seremos salvos de la ira!

No es necesario hacer ningún sacrificio, porque el Cordero de Dios fue inmolado para salvar a los que se acercan a Dios por medio de Él. Padre, Te agradecemos que hayas enviado a Tu Hijo para darnos vida, ¡y vida en abundancia!