LA VENTAJA DE SERVIR A DIOS

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2025-12-12 03:00:00

Habiendo tomado provisiones para el pueblo, y sus trompetas, envió a todos los israelitas cada uno a su tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo, en el valle.


Jueces 7.8

Gedeón era hijo de Joás, quien tenía un altar en su casa dedicado a Baal, deidad cananea de la fertilidad, adorada mediante ritos de promiscuidad sexual. Por lo tanto, lo primero que hizo Gedeón para derrotar a los madianitas fue destruir el altar idólatra de su padre, pues era malo a los ojos del Señor. Cuando los engañados por esa religión maligna vieron el altar derribado, se enfurecieron con Gedeón. Al darse cuenta del error de la idolatría, Joás les aconsejó que no le hicieran daño, sino que dejaran que Baal se vengara de Gedeón (Jueces 6.31).      

Este fue el comienzo de la liberación de esa familia y de la nación israelita. Después de que el Espíritu de Dios revistiera a Gedeón, hombres de varias tribus de Israel se presentaron para luchar contra los enemigos (Jueces 6.34-35). Entonces, guiado por el Señor, Gedeón envió de regreso a los que no eran aptos para la batalla, creyendo que, con los 300 hombres aprobados por Dios, derrotarían a los miles de madianitas, amalecitas y soldados de otros reinos aliados. Retuvo a los aprobados, y nosotros debemos hacer lo mismo, pues no es justo desperdiciar algo que ya ha sido declarado bueno. Además, Gedeón tenía consigo al Hombre de Guerra, poderoso en la batalla (Éxodo 15.3; Salmo 24.8).

Estos eventos que ocurrieron en Israel son sombras y figuras (Hebreos 8.5) que permiten al pueblo de Dios hoy vislumbrar la respuesta del Cielo a sus problemas. No hay nada mejor que confiar en el Señor, quien lucha por quienes obedecen Sus ordenanzas con sencillez y fidelidad (Isaías 64.4). Con Dios, somos más grandes que todo lo que se vuelve contra nosotros y vencemos las fuerzas de las tinieblas (Romanos 8.31-39). ¡Toda la gloria pertenece al Altísimo!

En cada generación, el diablo se levanta contra quienes creen en Dios, pero el Señor es nuestra Fortaleza y Esperanza. Así como en otros tiempos, Él obró milagros en las vidas de quienes confiaron en la acción del Cielo, hoy quienes confían en la fidelidad de Dios verán que Él es fiel para ayudarlos. Por lo tanto, nunca se postre; ¡levántese y haga la voluntad de Dios!

¿Por qué no confiar en Aquel que nunca ha incumplido una sola de Sus promesas? (Números 23.19). Aunque todo testifique que no hay salida para nosotros, el Altísimo nos libra de quienes nos devoran (Salmo 124). ¡El Señor es Su nombre! ¡El Todopoderoso es Su título! Él es el Amigo de quienes practican Su Palabra. De una cosa puede estar seguro: Dios no teme el rugido de las fieras, porque Él es el Soberano.

No importa si otro dictador moderno usurpa el poder y domina al pueblo. Él no puede darle a nadie lo que promete. Sin embargo, cuando Dios se levanta, concede a Sus hijos Su paz, justicia y protección, y ellos pueden vencer al mundo. Los salvos son el gozo del Cielo, por lo que pueden esperar que Dios arroje grandes piedras desde lo alto, tal como las arrojó sobre quienes intentaron capturar Gabaón (Josué 10.11).

¡El Señor siempre es fiel! Debemos servirle con alegría, porque nunca dejará de bendecirnos y darnos todo lo que nuestro corazón desea y necesita.

 

En Cristo, con amor,

 

        R. R. Soares

La Oración de Hoy

    ¡Dios, nuestro Proveedor! Tú proveíste la solución a las necesidades de los israelitas, tanto cuando aún vivían en el desierto como cuando ya ocupaban Canaán, el territorio que ahora es la patria de los hijos de Jacob.

    Es innegable que estuviste con ellos en todo momento y elegiste a los líderes que liberarían a la nación del dominio de los madianitas y otros pueblos que insistían en borrar a Israel del mapa, oprimirlos y robarles sus recursos.

    La verdad es que podrían haberlo obtenido todo de Ti si no Te hubieran abandonado ni adorado a dioses falsos. ¿Por qué Te hicieron esto, si eres el verdadero Amigo? ¡Suplicamos Tu amor y Tu misericordia!