SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS CELESTIALES
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2025-12-15 03:00:00
Sin embargo, de la santa ciudad se nombran y confían en el Dios de Israel, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
Isaías 48.2
El culto al Señor seguía siendo celebrado en Jerusalén, pero nadie experimentaba la plenitud de Dios, pues Jesús aún no había nacido. En aquel tiempo, la Ley era el camino para que las personas se acercaran al Todopoderoso, pero como era imposible cumplirla por completo, no se podía esperar nada de ellas. Mil años antes, David compuso el Salmo en el que preguntaba: «Jehová, ¿quién habitará en tu Tabernáculo?, ¿quién morará en tu monte santo?» (Salmo 15.1).
Después de la venida de Cristo, la gente comprendió que morar en la casa de Dios estaba reservado para los salvos. Algunos asumían que, por ser descendientes de Abraham, nada los excluiría del plan divino. Al respecto, Jesús declaró: «Y no penséis decir dentro de vosotros mismos: “A Abraham tenemos por padre”, porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.» (S. Mateo 3.9). ¡Solo quienes reciban al Salvador serán salvos!
Al no entender cómo vivir con el Señor aquí en la Tierra, muchos crearon teorías y las difundieron. Como resultado, pronto juraron ser herederos de las promesas de Abraham, pues descendían de él en el mundo natural. El profeta Jeremías habló sobre esto: «Aunque digan: “Vive Jehová”, juran en falso.» (Jeremías 5.2). ¡Muchos necesitan aprender la Verdad!
Al examinar las Escrituras, encontramos que muchos no se preocupan por obedecerlas, creyendo poseer más conocimiento que los nacidos de nuevo. Estos son verdaderamente salvos y pasarán de muerte a vida sin ser juzgados. El Maestro le dijo a la mujer samaritana: «Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.» (S. Juan 4.24). Los samaritanos creían que la adoración a Dios solo podía realizarse en el monte Gerizim.
Los hebreos juraron por Jerusalén e incluso tomaron el nombre de la ciudad santa para confirmar lo que decían, pero esta acción fue ineficaz. Se puede jurar por quienes llevan a cabo la obra del Señor, pero tal declaración carece de validez. Cualquiera que invente algo de la Biblia es irresponsable. Peor aún, al actuar así, induce a los débiles a cometer aberraciones. ¡El Señor solo honra a quienes lo honran! (Romanos 13.7)
Otros se mantuvieron firmes en el Dios de Israel, dando su palabra para que confiaran en ellos, pero sus afirmaciones también eran irrelevantes. Dios no vende Sus bendiciones ni acepta clichés creados sobre Él para respaldar las mentiras que se crean sobre Él, así como los muchos errores que algunos enseñan. Nuestra palabra debe ser sí, sí; no, no (S. Mateo 5.37). ¡Cuando todos crean en la Biblia, tendrán éxito!
En aquellos días, uno de los nombres de Dios era Jehová de los Ejércitos. Sin embargo, ni siquiera usándolo, expulsaban demonios. Quienes andan en comunión con el Padre usan el Nombre de Jesús para sanar a los enfermos, liberar a los poseídos por espíritus malignos y predicar el Evangelio, que genera arrepentimiento en los perdidos y les permite recibir y dar testimonio de la salvación.
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios, Señor y Salvador! No tenemos que escalar montañas ni orar en bosques de ningún lugar del mundo; solo necesitamos conectarnos Contigo para poder transformar vidas, guiándolas a la sanación, al arrepentimiento y a la salvación eterna.
¡Solo hay un Nombre por el cual somos salvos! Podemos invocarlo para conducir a la liberación de las fuerzas del reino de las tinieblas a los que aún están tomados por los espíritus malignos. ¡El Nombre de Jesús nunca ha fallado en liberar a los oprimidos!
La fe llega al corazón de quienes escuchan las Escrituras. Con ella, que también habitaba en el corazón de Cristo, seremos como quienes liberan a las personas del diablo. ¡Úsanos, Señor! ¡Así seremos siervos buenos y fieles!
