TIEMBLEN ANTE LA PALABRA

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2025-09-10 03:00:00

Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: «Vuestros hermanos que os aborrecen y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: “¡Sea Jehová glorificado y veamos nosotros vuestra alegría!” Pero ellos serán avergonzados.


Isaías 66.5

Algunos afirman ser salvos, pero carecen del debido temor a la Palabra de Dios. Por esta razón, carecen de la fe necesaria para agradar al Señor. Este agrado, mencionado en el libro de Hebreos, capítulo 11, versículo 6, significa abrir el camino para que el Altísimo actúe. Sin eso, es imposible experimentar Su acción, incluso si uno se esfuerza en oración. Ahora bien, todo empieza con el temor que debe existir dentro de nosotros. Así, recibiremos ayuda en el momento oportuno. ¡Dios es bueno!

El verdadero temor de Dios nos hace temblar ante la sola idea de entrar en Su presencia, sabiendo que quiere bendecirnos. El Todopoderoso es el Creador de todo lo que existe; por lo tanto, dejarlo de lado es peligroso, pues tal actitud coronaría al diablo como nuestro poseedor. Incluso pensar en esto desagrada al Señor, porque nos creó con un propósito noble: ser Sus hijos (S. Juan 1.11-13).

La Palabra de Dios reemplaza a Jesús en Su ausencia física y nos transforma. Un minuto de oración con fe cambia nuestras vidas para siempre. No podemos permitir que el enemigo nos oprima ni actúe a su antojo contra nosotros. Debemos recordar constantemente que el Señor derrotó al maligno y destruyó sus obras, incluyendo la autoridad que Adán le dio para mantener su dominio sobre lo que tenemos, pensamos y deseamos (Colosenses 2.15). ¡Libérese del mal!

Si no ha estado prestando atención a la Palabra, empiece a andar por el buen camino. Ore por el perdón de sus pecados y acepte a Jesús como el verdadero y poderoso Salvador y Señor de su vida. Estas acciones le harán victorioso. Al ser derrotado en la muerte de Cristo, el diablo perdió su derecho a cualquier área de la existencia humana. Libérese de las trampas de los demonios. ¡Al entregarse a Jesús, usted irá al Cielo!

No basta con decir que respeta al Señor; es necesario cumplir Sus designios, temblando y temiendo ante Él. Los mandamientos del Señor son la mejor guía. Al seguirlos, nos liberamos de las acciones del Infierno y nos convertimos en siervos fieles. Debemos cumplir nuestra misión, porque el Señor tiene un propósito en Sus instrucciones y espera que seamos firmes en el ministerio al que nos ha llamado. ¡Nunca seamos irresponsables!

Quienes nos aborrecen utilizan artimañas para alejarnos, intentando demostrar que la mano del Señor está detrás de esas deliberaciones. Al distanciarnos de estas personas, podemos realizar la obra divina. Lo importante es que el Señor sea glorificado al ver nuestro gozo. Jesús dijo: «Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; pero no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen.» (S. Mateo 23.3).

Finalmente, procuren cumplir su comisión, y Dios los recompensará. Aunque el hombre nos oprima con algunas de sus malas acciones, serviremos al Señor con alegría, amor y excelencia.

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares

La Oración de Hoy

¡Señor, ante quien temblamos y tememos! Te damos gracias por enseñarnos a servirte con alegría. Nuestras acciones deben demostrar que somos verdaderamente Tus hijos. Siempre obedeceremos Tu orden de andar una milla más.

Somos instruidos por Ti y guiados a hacer Tu voluntad. Por lo tanto, nada nos apartará de Tu obediencia. No importa la prueba, sino el resultado que Te honrará y glorificará. ¡Gracias por el poder de caminar Contigo, que nos obliga a ir la segunda milla!

Oramos por quienes nos oprimen sin razón. Serán confundidos y luego acudirán a Ti para recibir perdón y ser útiles en Tu obra. ¡Que nuestra alegría sea servirte con dedicación!