¿A QUIÉN ALABAR?

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2025-04-30 03:00:00
¡Alegraos, justos, en Jehová, y alabad la memoria de su santidad!
Salmo 97.12
Los justos son operadores de la justicia de Dios, porque, habiendo nacido de nuevo, pueden ejercer los derechos y dones recibidos del Cielo, para hacer lo que Jesús dijo: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (S. Juan 14.12). Nunca permita que las promesas dejen de cumplirse en su vida: »Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la Ley. (S. Lucas 16.17).
Los justos nacieron de nuevo porque, al recibir el don del arrepentimiento, aceptaron a Jesús como Salvador y Señor. Confesaron sus pecados y fueron salvados -lavados en la sangre del Cordero de Dios y santificados en la Palabra. Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. (1 Corintios 6.11). En el mundo de la perfección, nada malo está escrito en sus «registros», así que cuando mueran, ¡irán al Cielo!
No sé cómo usted vive, pero el mandamiento de Dios es: alégrese en Él. Por eso, el simple hecho de no cumplir este mandamiento nos aparta de la fe y de lo que el poder divino hará en y por nosotros, cuando determinemos la bendición revelada en la Palabra y creamos (Salmo 32.11). Si está triste, quejándose de todo, incluso del Señor, y no sigue Su guía, ¡confiese enseguida su error y pida la alegría del Señor! (Nehemías 8.10).
Ningún justo puede aceptar que sus oraciones queden sin respuesta, sino que debe actuar como la viuda que importunó al juez injusto y le hizo juzgar su causa: Y dijo el Señor: «Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? (S. Lucas 18.6-7). En la explicación del Maestro, ¡queda claro que ella no habría tenido la respuesta si no hubiera perseverado en sostener su petición!
Los justos forman parte de los redimidos, por eso considere la parábola de la oveja perdida, cuando Jesús explicó que el Buen Pastor dejó a las 99 ovejas en el redil y fue en busca de la que se había descarriado. ¿Ha caído en pecado? Cristo busca su alma sin condenarle: ¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? (S. Lucas 15.4). ¡Jesús es el Hombre!
Con la muerte del Salvador, los justos se convirtieron en la justicia misma de Dios: Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él. (2 Corintios 5.21). ¿Quién no conoció pecado? El Padre, pues Su Hijo conoció el pecado no por haber obrado mal, sino por haber sufrido por nuestros errores. En Jesús, el Padre celestial nos ha hecho Su justicia. Por eso podemos y debemos exigir el fin de todo mal.
Los justos pueden alabar en memoria de la santidad del Señor. Después de todo, Él los reviste de poder para hacer Su obra tal como lo hizo Su Hijo Unigénito en medio de nosotros. Empiece a determinar sus derechos en Cristo ahora mismo. La única condición para ello es creer (S. Juan 11.40).
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor de nuestra alegría! No podemos dejar que el diablo nos mantenga en la derrota y la tristeza, porque tenemos Tu orden de alegrarnos en Ti. Perdónanos por no hacer nuestra parte como Tus hijos. A menudo Te exigimos nuestra liberación. ¡Tú eres el mismo!
Debemos alegrarnos en Ti, en Tus palabras y en Tu obra. Cumplir este mandato nos fortalecerá. Debemos rechazar las mentiras del enemigo, ¡que nos acusa de cosas con las que fuimos tentados y no hicimos!
Te alabamos en memoria de Tu santidad, que no permitió que el diablo nos engañara. Haciendo Tu voluntad, seremos santificados en Cristo, como dice Tu Palabra. ¡Te agradecemos por darnos Tu gracia!