ME PARECE QUE TÚ ERES PROFETA

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2025-04-23 03:00:00
Le dijo la mujer: —Señor, me parece que tú eres profeta.
San Juan 4.19
El bien que Jesús le hizo a la mujer samaritana la llevó a confesar que Cristo era especial, un profeta, y Él no lo negó. Del mismo modo, veremos a personas de todos los rincones del mundo compartiendo la gloria de Dios y siendo sanadas de sus dolencias. Los que aman al Señor pueden empezar a orar para que llegue el gran avivamiento prometido, y que el poder divino traiga todo tipo de bendiciones ¡y haga que los salvos tengan éxito en su fe!
Los siervos de Dios pueden y deben ser llenos del Espíritu Santo y abundar en los dones dados por Él. De esta manera, sus testimonios llegarán a quienes los escuchen. La Iglesia del siglo I, creada por los apóstoles, se unió al Señor en la misión de dar el Pan de Vida a los perdidos. Por eso se hizo fuerte en su fe en Cristo, y nuevos conversos se unieron a los apóstoles para continuar la tarea asignada a los cristianos, tal como lo había planeado el Altísimo (Hechos 2.42-47). ¡Usted puede formar parte de esta obra!
La única manera de predicar la Palabra con éxito es estar llenos del Espíritu Santo. Entonces, cuando abramos la boca, veremos a los perdidos atónitos, confesando a Jesús como Señor y Salvador. Esto es totalmente posible; todo lo que tenemos que hacer es creer. Dios espera mucho más de nosotros de lo que creemos que podemos dar. Por eso tenemos que levantarnos solo a favor de la obra del Altísimo, que necesita ser conocida por todos.
Hay que enseñar a los cristianos a practicar los dones del Espíritu, dando testimonio de la Verdad y rechazando el pecado. De este modo, serán instrumentos del Señor, llevando al mundo a los pies de Cristo. Muchos que se dicen salvos no se dan cuenta de la responsabilidad que recae sobre sus hombros: llevar a sus familias y a otras personas perdidas a Jesús. ¿Usted permite que Dios use su vida en este tiempo de bendición?
Si la congregación está en la presencia del Padre celestial, se comprometerá con Él de tal manera que el pecador más empedernido se quedará sin palabras, pero la gracia y el amor de Dios le llevarán a declarar que el Señor está entre nosotros, como dijo Pablo: Lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros. (1 Corintios 14.25).
Es necesario enseñar a la gente que no se va a la iglesia solo a recibir bendiciones, sino a aprender la Palabra con el fin de llevar el conocimiento del Señor a todos. Entonces recibirán a Jesús en sus vidas y serán hechos hijos de Dios. La Iglesia de Cristo debe tener una variedad de dones espirituales, para que la gente entre y nunca piense en salir. Nunca deje que el diablo destruya su ministerio, sino manténgase firme en Cristo y conviértase en una bendición.
El regreso de Jesús se acerca rápidamente, y millones se perderán sin que hayan visto el poder de Dios obrando en su favor. No podrán estar seguros de que la obra procede del Altísimo. Por lo tanto, es necesario ponerle fin a la duda, arreglarse con Dios y empezar a vivir de acuerdo con lo que prescriben las Escrituras. Si los malvados ven al Todopoderoso obrando, se volverán hacia Él. Crea en Aquel que le hizo a Su imagen y semejanza y reciba la salvación eterna. Dios es fiel para perdonar sus transgresiones. ¡Confíe!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios de la verdadera obra! Lo que sucedió cuando Jesús se encontró con la mujer samaritana le sucederá a cualquiera que tenga sed de la Verdad. Entonces, cuando sea salvo, también podrá hacer las mismas obras que Cristo. Esta es la norma del Cielo para los llamados por Tu Nombre. ¡Es hora de cumplir Tu buena voluntad!
Tu Hijo fue usado por el Espíritu Santo, y la mujer se asombró al ver Tu poder manifestado a través de Jesús. Ese mismo poder hará maravillas en nuestros días. ¡Tú eres el mismo!
El mundo todavía no conoce Tu acción genuina, porque lo confunde todo con la religión. A través de nuestras vidas, harás que la gente vea la diferencia entre el bien y el mal, y Te buscarán. En oración firme y sincera, ¡Tu Nombre será invocado y glorificado!