NO NAUFRAGUE EN CUANTO A LA FE

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2025-05-15 03:00:00

Manteniendo la fe y buena conciencia. Por desecharla, algunos naufragaron en cuanto a la fe.


1 Timoteo 1.19

Las profecías, las advertencias y los mandamientos de las Escrituras deben tomarse como órdenes directas del trono de Dios, quien nos creó para cumplir Su propósito. Nada es más decoroso y productivo que hacer la voluntad de Aquel que es puro y verdadero, porque habrá recompensa para quienes así actúen (Salmo 1.1-3). Pero quien se olvida del Señor en cualquier situación, ¡naufragará en cuanto a la fe!

Pablo demostró amor por el joven que fue puesto a su lado, para que aprendiera a practicar la Palabra y, al final de su carrera, pudiera decir que también había cumplido su misión, por lo tanto, le sería dada la corona de justicia (2 Timoteo 4.7-8). Al igual que el apóstol, debemos llegar hasta el final para que seamos considerados justos. Además, debemos reconocer el beneficio del Todopoderoso al protegernos y retribuirle ayudando a otros con fe.

Nunca podemos sentirnos cansados, molestos o derrotados, porque siempre habrá un nuevo converso que necesitará de nuestra amonestación, para que la obra continúe haciéndose con amor y pureza. Antes de condenar a alguien que ha actuado mal, deberíamos considerar si no somos culpables de esa acción. ¡El hombre que le insinúa a una mujer, o viceversa, que podrían tener una aventura, puede ser el culpable del pecado de esa persona!

Los malos ejemplos a veces se transmiten con una “sonrisa inocente”, con una palabra dicha en circunstancias que el diablo utiliza para llevar a alguien a hundirse en la fe. Condenar a quienes han transgredido es una actitud común cuando hay pecados ocultos en nuestro corazón: Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: —El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. (S. Juan 8.7). ¡Gran Maestro es el Señor!

Debemos mantener la conciencia tranquila para que no descuidemos la fe de Cristo, pues Él nos dio el ejemplo (S. Juan 13.15). Si no aprendemos de Él, independientemente de dónde hayamos estudiado y quién haya sido nuestro maestro, aprendimos de manera equivocada. Solo Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por Él (S. Juan 14.6). Todo lo que viene de Cristo es puro y tiene el poder de liberarnos de cualquier influencia del reino de las tinieblas. Huya del mentiroso y del malo (S. Juan 8.44).

Rechazar la reprensión del Señor y negar haber entendido Su mensaje son pecados extremadamente peligrosos, porque quien hace esto se pone en manos del diablo. Una vez que está bajo la dirección del maligno, nunca le irá bien en la vida. Un juez que se corrompe nunca tendrá razón en sus sentencias, porque el Espíritu de Dios que lo protegía en su función ya no podrá actuar a su favor (1 Timoteo 5.22). ¡Andar en justicia es siempre la mejor opción!

La fe nos fue dada para caminar sobre aguas turbulentas. Si permitimos que el temor y la mano del diablo nos aprisionen, aunque sea una sola vez, y no nos arrepentimos de ello, fracasaremos en todas las áreas de la vida y correremos el riesgo de caer en el lago de fuego y azufre. ¡Sea sabio y será salvo!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares

La Oración de Hoy

¡Señor de la vida! Como no queremos perdernos, naufragar en los ríos de la vida, haremos lo que Tú dices, pero para eso necesitamos Tu ayuda. ¿Cómo no desfallecer cuando hay toda clase de tentaciones y propuestas indecorosas por parte del enemigo? ¡Somos Tus hijos para hacer el bien!

Siguiendo el ejemplo del apóstol Pablo, no queremos correr contra la corriente ni darle al diablo la alegría de atraparnos. Para nosotros, Tus advertencias son reales y buenas, y Tu amor supera con creces cualquier propuesta maligna. ¡Ayúdanos!

Queremos mantener la fe, que nos da la certeza de las cosas que esperamos, y una buena conciencia, que nos mantiene en el camino del bien. Por lo tanto, rechazamos las sugerencias del Infierno. ¡Aquellos que han caído necesitan arrepentirse y volver a la práctica del amor!