PARA QUE VIVAMOS EN LA FE

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2025-05-09 03:00:00

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?


Hebreos 12.9

Cuando una persona tiene un padre sabio y prudente, hay muchas probabilidades de que se convierta en una buena persona. Sin embargo, si el padre es negligente, es probable que se meta en serios problemas. Es bueno estudiar la Palabra de Dios para que nunca demos una opinión equivocada ni hagamos nada que pueda manchar el nombre de los cristianos. Después de todo, somos la carta viva del Señor e hijos de Dios. No podemos involucrarnos en situaciones que nos traigan mala reputación (S. Juan 1.12; 2 Corintios 3.2-3).

Debemos seguir a nuestro mayor Ejemplo, Jesús, que nos liberó del imperio del mal, y estar dispuestos a dar testimonio como hijos de la Luz (Colosenses 1.12-13). El mundo no nos conoce, porque decimos que somos de Dios, pero no lo demostramos. Tenemos que vivir nuestra fe en Cristo, que se obtiene oyendo la Palabra. Si estamos en Jesús, y Sus palabras están en nosotros (S. Juan 15.7), todos nos rodearán para aprender el valor de servir a Dios.

Es bueno cuando alguien puede contar con un padre que lo corrija, lo saque del camino equivocado y lo lleve en la dirección correcta. Dios actúa de la misma manera con los que han sido recibidos en Su Reino de amor y paz. Como hijo de Dios, la persona salvada es amada hasta el fin. Ningún mal le sobrevendrá, ni temerá ni se asustará de nada, porque el Altísimo es su Escudo (Salmo 91; 18.30).

Aunque no nos guste la disciplina que nos dan nuestros padres, estamos agradecidos por ella. Ellos sabían que la corrección tenía como objetivo nuestro futuro, para que todo saliera bien en nuestras vidas. Jesús nos hizo saber que Dios nos ama de verdad y nos ayuda a caminar en la Verdad. ¡Muchos de los que nos ven se asustan porque todavía no se han adaptado a la ley del Señor!

Debemos someternos a Dios, el Padre verdadero, bondadoso y amoroso, que vela por Sus hijos. Trabaja como un buen cocinero que, para darnos tranquilidad y amor, se esfuerza en poner en la mesa alimentos que puedan cambiar nuestras vidas y hacernos más fuertes. El Todopoderoso nos informa que no importa si los malvados han hecho algo contra nosotros. Ninguna arma forjada contra ti, prosperará, y tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en el juicio. Ésta es la herencia de los siervos de Jehová: su salvación de mí vendrá», dice Jehová. (Isaías 54.17).

El Señor es el Padre de los buenos espíritus, pero recuerde: los espíritus malos alguna vez fueron ángeles buenos. Sin embargo, al seguir a Satanás, se convirtieron en agentes del reino del mal, andando por el camino del engaño (Apocalipsis 12.7-9). Debemos hacer todo lo posible para proteger a los inocentes y a los desprevenidos. Dios garantiza que no seremos avergonzados (1 Pedro 2.6). El poder del Altísimo nos llevará a Él, y entonces seremos verdaderamente libres. ¡Entréguese también a Cristo!

Nuestra sumisión a Dios hace que Él nos proteja y nos use. Cuando aprendemos de Él, nos convertimos en bendiciones en Sus manos. De este modo, podemos alegrarnos de una manera poderosa y maravillosa, ¡porque hemos pasado de ser personas no cualificadas a miembros de Su Cuerpo!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares

La Oración de Hoy

¡Señor, nuestro Maestro! Deseamos alabarte por lo que haces y harás por nosotros. No es fácil conducir a individuos de diferentes culturas hacia Ti, para que sean Tus hijos amados. ¡Padre, Te damos gracias por Tu gracia sobre nosotros!

 Además de que nuestros padres según la carne nos han corregido y nos han conducido a ser discípulos de Jesús, ¡Tu Espíritu Santo nos ha acompañado desde antes de nacer y nos ha guiado hacia Tu Reino de amor y de santidad, hacia la ley perfecta de la libertad!

Nos sometemos con gusto a Tus correcciones, porque no queremos perdernos en pecados que nos descalificarían de la vida eterna. ¡Estamos agradecidos por la salvación y por todo lo que has hecho por nosotros!